HATS OFF TO (ROY) HARPER



Las ráfagas luminosas de los faros recorrían intermitentemente el callejón atravesando la ventana, abierta de par en par a la tórrida madrugada, y lamiendo velozmente las paredes desnudas de sueños y hambrientas de cal…

No podía dormir…

A veces, volvía a sentir como latía en el interior de su pecho el corazón de aquel niño asustado, tumbado sobre la sábana mojada de acuciante incontinencia infantil…

Y el miedo volvía a agarrársele a las entrañas…

Pero sólo a veces…

El murmullo de aquellas noches de verano martilleaba sus sienes sin piedad y removía violentamente sus instintos más fieros, porque nada era comparable al recuerdo angustioso de aquellas veladas largas, inagotables, en las que el reloj se detenía como si una maraña de pelo sucio y polvo hubiese atascado la rueda del tiempo, que sólo volvía a reanudar su marcha… con las primeras luces del alba…

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